martes, 13 de mayo de 2008

Origen del comportamiento no verbal


En su teoría Darwin hace una aportación muy importante a la expresión de las emociones y es la asunción de que los patrones de respuesta expresiva emocional son innatos y que existen programas genéticos que determinan la forma de la respuesta de expresión emocional. No obstante, el aprendizaje puede determinar que una reacción se presente en ciertas situaciones, o no, además de modificar el propio patrón de respuesta expresiva.




El problema del origen del comportamiento no verbal es que en este campo se plantea el problema de lo innato y lo adquirido. Sobre todo los etólogos, se han esforzado en buscar las pruebas de lo innato
Tres han sido las estrategias que se han seguido para inferir el supuesto comportamiento heredado y genéticamente transmitido a la especie humana:
· Datos a partir de la privación sensorial.
· Datos a partir del comportamiento de primates no humanos.
· Datos a partir de estudios multiculturales.




1) Privación sensorial
Estudio de niños con disfunciones físicas importantes (ciegos y sordos) que no pueden aprender por imitación: Las expresiones espontáneas asociadas a emociones de tristeza, llanto, risa, sonrisa, pucheros, cólera, sorpresa y miedo aparecen incluso en niños sin brazos (tacto).
Es cierto, que hay diferencias, puesto que los niños ciegos y sordos:
- No muestran gradaciones sutiles (una expresión puede aparecer y desaparecer
rápidamente, dejando la cara “en blanco”).
- Muestran menos riqueza y habilidad expresiva.
Ante estos datos, podemos concluir que hay expresiones innatas asociadas a emociones internas (como ya intuía Darwin) pero es el aprendizaje cultural es el que las desarrolla y dota de un valor de uso social.




2) Comportamiento animal
Nuestros parientes primates no humanos manifiestan comportamientos semejantes a los nuestros en situaciones semejantes vinculadas a problemas biológicos y sociales comunes (apareamiento, limpieza, expresión de emociones, crianza, cooperación, liderazgo, defensa, etc.). Algunos ejemplos:
- Para amenazar, volvemos los brazos hacia adentro y alzamos los hombros igual que los chimpancés (de hecho sigue habiendo tendencia a destacar los hombros: hombreras, galones...)
- Dar patadas en el suelo cuando estamos enfadados.
- Enseñar los dientes aunque ya no tengamos largos colmillos o intención de morder (la pauta de movimiento sobrevive al órgano que primitivamente se trataba de ostentar): amenaza ritualizada.
- Otra posible ritualización: en todo el mundo, las personas que se encuentran algo
confusas o turbadas esconden total o parcialmente la cara (antigua ocultación o forma de huida).




3) Comparación entre culturas
Si observamos semejanzas entre culturas muy diferentes podemos apoyar la idea de
herencia común de la especie. Es cierto que, al compartir funciones biológicas y sociales, es fácil encontrar gestos muy parecidos referidos a comer, dormir, señalar y es difícil separar lo innato de lo cultural.
Ejemplos de posibles gestos universales:
- El “destello de cejas” (Eibl-Eibesfeldt): para saludar a distancia todos los pueblos alzan y bajan rápidamente las cejas y al mismo tiempo sonríen en forma amistosa. Se trataría de una ritualización del gesto de sorpresa.
- El trabajo de Ekman y Friesen: se presentó a sujetos de diferentes culturas alejadas
fotografías de rostros que expresaban felicidad, miedo, sorpresa, tristeza, cólera y
disgusto/contento y no se apreciaron grandes diferencias en la asignación de emociones a cada fotografía.
- La inclinación de cabeza como forma de saludo muy general en distintos pueblos (con variantes y grados) es, según EE un movimiento ritualizado de sometimiento (contrario a la amenaza) heredado (se da en los chimpancés como gesto vinculador).


Tomado de:
Teoría de la Comunicación (2007-2008) – Prof. Ángel Acosta Romero

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